La LGTBfobia es fascismo. Y la transfobia, por supuesto, también lo es. Son innumerables las personas trans que han sido agredidas y víctimas del odio, incluso asesinadas, por personas y grupos de extrema derecha en todo el mundo, como Sonia Rescalvo el año 1991 en Barcelona, a la vez que son el centro de la diana de durísimos discursos de odio provenientes del extrema derecha de nuestro país, desde la más rancia hasta la más violenta. Es por ello que desde La Sandino creemos esencial crear sinergias entre la lucha antifascista y la lucha por los derechos de las personas trans para defender unos barrios libres de transfobia y de fascismo. Porque las personas trans no son peligrosas, están en peligro. Porque no se entiende un antifascismo que no está al lado de la lucha por los derechos de las personas LGTB. Porque somos aliadas, somos compañeras de trinchera, porque juntas somos más fuertes.
Defender los derechos de las personas trans es defender los derechos humanos. Antifascistas siempre!
Disseny disponible també en català.